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A 100 años del nacimiento del Dr. Antonio Moreno, el Colegio de Abogados de Tucumán le rinde homenaje por su trayectoria como abogado
Homenaje al Dr. Antonio Moreno
El 1°de abril se cumplirán 100 años del natalicio del Dr. Antonio Ebaich Moreno, hijo de Teresa Kairuz y el inmigrante Antonio Moreno Ebaich quien fuera agricultor y comerciante, venido del Líbano, quién siendo inmigrante llegó a ser Diputado por el Departamento de Trancas. El Dr. A. Moreno nació en la ciudad de Trancas donde cursó parte de sus estudios primarios, los completó en la ciudad de Rosario de la Frontera, Salta, para luego trasladarse en forma definitiva a la ciudad de San Miguel de Tucumán a cursar sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Bartolomé Mitre. Posteriormente cursó la carrera de Derecho en la Universidad Nacional de Tucumán, de donde egresó como abogado en 1952.
Desde joven militó en la Unión Cívica Radical, incluso en el transcurso de su carrera Universitaria ocupando diversos cargos partidarios en la Juventud Radical.
En el año 1955 presidió la comisión investigadora ante el derrocamiento de Juan D. Perón a la que renunció inmediatamente al haber detectado torturas a presos políticos que bajo ningún punto de vista podía aceptar, ni tolerar, por su formación humanista, por sus convicciones, y por su vivencia personal, por lo que inmediatamente asumió la defensa de diversos presos políticos, lo que motivó que lo retaran a duelo en forma simultánea cinco de los implicados. Dichos duelos no se materializaron gracias al apoyo irrestricto de los Colegios de Abogados de casi todo el país que se opusieron en forma terminante a los duelos y en defensa del libre ejercicio de la profesión.
Esto fue especialmente resaltado por el Dr. Manuel Valeros, quien en las exequias del Dr. Moreno, entre muchas de las virtudes resaltadas como correligionario, describió cómo había colas de familiares de presos políticos en el estudio, en ese entonces, en calle Mendoza 915 en el año 1955.
En el libro La Libertadora de la historiadora María Sáenz Quesada, lo mencionan junto a Sábato como uno de los defensores de los derechos humanos. Sostiene la autora que quien se atrevió a darle publicidad a estos hechos aberrantes fue un abogado de extracción Radical, el Dr. Antonio Moreno (pág 293), lo que hoy se llamaría visibilizar esa aberrante práctica que se reitera cíclicamente en nuestra sociedad.
Lo que ocurre es que caló muy hondo en su niñez haber sido hijo de unos de los dirigentes radicales que fue preso político por más de dos años, después del derrocamiento de Irigoyen en lo que se conoció como el frustrado levantamiento del Tte. Coronel Gregorio Pomar, por lo que había sufrido desde niño, en carne propia, las consecuencias de las injusticias extremas por desavenencias políticas en nuestro país. Era el mayor de los hermanos varones de una familia compuesta después por 10 hermanos. Su hermana Argentina fue la primera mujer radical en la provincia elegida en ese entonces Delegada Comunal en Trancas, en plena época del peronismo, antes de 1955.
Seguramente que por ello también fue defensor de decenas de presos políticos entre 1976 a 1983 en su estudio de calle Buenos Aires N° 375 donde desfilaron familiares de los mismos, muchos de los cuales eran de extracción peronista o de otros partidos, con los que no hizo ninguna distinción por cuestiones ideológicas o políticas. Solamente distinguía si era por hechos de violencia o por secuestros extorsivos, ya que esos temas no los compartía por lo que no los atendía. Al estudio asistieron multi-tudes de personas para que defiendan a sus familiares presos, pro sus participaciones políticas, sociales o sindicales, lo que hizo acompañado por jóvenes colegas como el Dr. Cifre y la Dra. Rivadeneira, que se sumaron a su cruzada en esa difícil etapa del proceso militar.
Repetía siempre esa frase “En esta cárcel maldita, donde reina la tristeza nunca se castiga el delito sino la pobreza”
Su niñez en Trancas dejó un sello muy profundo de amor a su tierra natal, por cuyo progreso tanto luchó permanentemente y a la cual regresaba asiduamente con sus hijos e incluso con sus nietos quienes le decían “Antonito”, ya que no le gustaba que le digan “abuelo” En su período de legislador por el departamento Trancas, llevó allí la electrificación rural y la lechería, que fue durante muchos años la principal actividad transformándose en la principal cuenca lechera de la provincia.
Gestionó incluso ante el Presidente Perón en su última presidencia la posibilidad de realizar un dique en la Zona de Choromoro para recuperar tierras de cultivo en la zona, con avanzadas conver-saciones con el mismo, las que se vieron frustradas por el fallecimiento repentino del Presidente.
Ejerció su profesión de abogado hasta 1992, siempre con un claro sentido de “función social” toda vez que asistió profesionalmente a destacadas personalidades de nuestro medio como al más carenciado de sus clientes. Todos encontraban en él al “buen samaritano” del Evangelio. Nunca pasó de largo ante la necesidad del otro. Se lo solía ver en los pasillos de Tribunales realizando los trámites acompañado por un nutrido número de personas que recurrían a él.
Siempre actuó como un caballero en su profesión, a tal punto que el gremio de judiciales tenía previsto darle un reconocimiento cuando acaeció su fallecimiento, por lo que en la cena de festejos del día del Judicial del año siguiente entregaron la distinción a su nombre a sus hijos, lo que fue un hecho inédito.
Siempre cobijó en su estudio a estudiantes y profesionales recién recibidos, recordando mucho su paso y aprendizaje por el estudio del Dr. Argentino Alonso, a quien siempre agradeció sus enseñanzas como persona y como profesional. Sostenía que para ser buen abogado se necesitaba primero ser buena persona.
Siempre luchó por sus convicciones políticas, ayudando siempre al más débil y necesitado, y había tenido para ello el ejemplo de su padre, de quién destacaba su valor, solidaridad y tenacidad incluso ante las grandes adversidades que le tocó vivir.
Presidió la Juventud Radical en 1946, fue Convencional Nacional Constituyente en 1957 por la UCR, desde 1958 a 1962 fue Diputado Provincial por la UCRI (UCR Intransigente) y ante la prohibición de poder usar el nombre de UCRI en el año 1973 fundó con su amigo Celestino Gelsi y otros correligio-narios “Vanguardia Federal”, partido provincial por el cual fue elegido Diputado Nacional junto con Juan Carlos Cárdenas en el período 1973/76.
Tuvo una frondosa participación deportiva desde estudiante jugando como arquero en el entonces club Universitario, y después como dirigente de su amado club Atlético Tucumán, ocupando diversos cargos, representándolo ante la Federación Tucumana de Fútbol, llegando a ser vicepresidente de dicho club en la gestión del Ingeniero Salmoiraghi. Así mismo presidió la Asociación Cultural de Fútbol que aglutinaba a los clubes del interior de la Provincia.
Su máximo orgullo era una plaqueta que le entregó el “Movimiento Nacional Boquense” en una cena con numerosos artistas que organizó para él por gestiones realizadas a favor del Club de su preferencia por la ciudad deportiva.
Posteriormente al cierre de los Ingenios, dirigentes y asociados del Club San Antonio de Ranchillos, encabezados por el Sr. Juan José Pino y su entonces presidente Sr. José Manuel Budeguer acudieron al Dr. Moreno para que los defienda ante el inminente remate de las instalaciones que pertenecían al Ingenio “San Antonio” de esa localidad que se había presentado en quiebra. En aquella oportunidad, asistió con los dirigentes a Tribunales para ver el expediente, y se enteraron que no podía ejercer defensa alguna, puesto que en esos momentos ya se estaba rematando el Club. Sin dudarlo, decidió pujar por su compra y donarlo, por lo que dicho estadio lleva su nombre y que se encuentra pintado en unas de sus tribunas “Estadio Dr. Antonio Moreno”. Esta institución le realiza un homenaje todos los años en los aniversarios de la Institución.
Lo anecdótico de dicha ocasión fue que quienes lo acompañaron ese día a ver el expediente y posterior-mente al remate, creían al principio que los había traicionado al comprar él mismo el predio. El Dr. Moreno lo hizo ante la imposibilidad de articular defensa alguna en esas circunstancias y ante la difícil situación que ellos vivían, solidarizándose por los difíciles momentos que vivían en la población, ya que no estaba al alcance de los mismos pujar por monto alguno. Les costó creer las explicaciones que les daba hasta que se cruzaron a una escribanía donde materializó inmediatamente la donación. Por ese gesto fue distinguido como deportista del año” por el círculo de Periodistas Deportivos.
Su actuación legislativa fue prolífica entre los años 1958/63, años que gobernó Tucumán el Dr. Celestino Gelsi quien se caracterizó por realizar numerosas obras públicas de trascendencia incluso internacional, a pesar del corto período en el que gobernó de poco más de tres años durante la gestión presidencial del Dr. Arturo Frondizi, etapa en la que hubo 16 levantamientos militares e incluso en los últimos tiem-pos peleados con el Gobierno en el orden Nacional.
Las grandes obras que emprendieron ese grupo de políticos en Tucumán, liderados por el Dr. Celestino Gelsi fueron entre otras el dique El Cadillal (hoy Celestino Gelsi) el Casino de Tucumán (con lo que se financió innumerables obras públicas), el Hospital del Niño Jesús, el Instituto de “La Maternidad”, y el Hospital “Centro de Salud”, el Aeropuerto Benjamín Matienzo, El “Lago San Miguel” en el Parque Nueve de Julio, “la vieja Terminal de ómnibus” , la electrificación Rural, La Lechería en Trancas, pasando de importar 30.000 litros de leche diarios a exportar 40.000 litros de leche y muchísimas obras mas de menor envergadura.
Su última candidatura fue para Intendente en 1983 con esa Fracción del Radicalismo que se denominó Vanguardia Federal, por la prohibición del Ministro del Interior Mor Roig del Gobierno Militar anterior a 1973 durante la presidencia de facto de Alejandro Agustín Lanusse, que les impedía usar el nombre de Radical, lo que hizo a pesar de haber sido él mismo miembro de la mesa directiva del Partido Radical. Cabe destacar que este ministro que tanto mal le hizo a la UCR aceptó el cargo a pesar de la oposición de Ricardo Balbín, y le valió que el Dr. Raúl Alfonsín exija la expulsión de Mor Roig del Partido Radical al haber producido con ello la atomización y disgregación de la UCRI, siendo pocos lo que regresaron a la UCR.
Fueron épocas de desencuentros entre radicales con dos líneas ideológicas claras, una proveniente de la carta de Chascomús y la otra la carta de Avellaneda que terminó por separar la UCRP (del pueblo) y la UCRI (intransigente) lo que se materializó al final en la Convención Nacional realizada en el teatro Alberdi de Tucumán, donde surgió posteriormente la candidatura de Don Arturo Forndizi a la Presi-dencia de la Nación.
Políticamente fue un gran visionario y tuvo una aguda capacidad para adelantarse en los tiempos en temas que no pierden vigencia, como ser el proyecto del “alconafta” que presentaron con su compañero de Bancada Juan Carlos Cárdenas en el Congreso de la Nación, o su iniciativa de “apertura del paso de San Francisco”, bregaba para la explotación de Peñas Azules y emprendió una lucha para la recuperación de las Islas Malvinas en forma pacífica, por medio de discusiones entre parlamentarios de ambos países especializados en el tema, proyecto que realizó con la permanente colaboración de quien fuera su profesor en la Universidad, el Dr. Raúl Martínez Moreno. Otro de sus grandes objetivos e iniciativa y de gran repercusión en los ámbitos culturales fue el traslado de los restos de Lola Mora a su tierra natal, Tucumán, lo que se materializó recién en épocas del proceso Militar y otros que no mencionamos por cuestiones de espacio.
En lo cultural presidió la Unión cultural Argentino Libanesa en 1980 (U.C.A.L) época en la que bregó por la paz en el Líbano, la tierra natal de su padre y sus abuelos organizando un gran congreso en la “Casa Libanesa de Tucumán” al que asistieron representantes de todo el país así como de representantes de Chile y Uruguay.
Gran repercusión tuvo en esos años su gesto altruista a favor de los empleados y obreros muni-cipales de S.M. de Tucumán al donarles la totalidad de sus honorarios equivalente al 30% de 250 viviendas que se habían construido y que el proceso militar pretendían entregarles a otras personas, sosteniendo que no iban a tener plata para pagarles las cuotas. Dicho juicio lo había ganado a favor de sus clientes durante el proceso militar, pero ellos condicionaban su entrega al hecho de que se hagan cargo de los honorarios los obreros y empleados municipales, a pesar que eran los que habían ganado el juicio, lo que motivó su renuncia para exigir que procedan en forma inmediata a su adjudicación y entrega de las viviendas, lo que así sucedió, hecho que tuvo gran repercusión al enaltecer con esa actitud la profesión de abogado.
El sostenía que una familia podía vivir sin comer algunos días pero no sin techo, por lo que fue abogado de distintos barrios de Tucumán muy conflictivos como ser Barrio Kennedy (al que tomaron ante el intento de despojo de sus derechos por parte de las autoridades del Banco Hipotecario Nacional) o el caso de Barrio los Pinos al que “amenazaban con desalojar por medio de un bombardeo” si no se iban, lo que motivó el inmediato amparo ante la Justicia Federal y la consolidación de los derechos de los adjudicatarios, quienes se encontraban con atrasos en el paso de las cuotas. También intercedió por el barrio Aconquija, el de Viajantes en Yerba Buena, etc.
Sus últimas actuaciones políticas fueron como vicepresidente de la Junta de Gobierno de la UCR distrito Tucumán, posteriormente a la Fusión de Vanguardia con la UCR.
En cuanto a su vida familiar fue siempre un correcto padre de familia habiéndose casado en 1953 con Olinda Ahualli, de cuya unión nacieron cuatro hijos, Antonio, Raúl, Margarita y Olinda Eugenia, y llegó a conocer a (11) once nietos, quienes nunca lo vieron enojado, siempre alegre y disfrutando mucho de las reuniones familiares y con sus amigos.
Un año antes de su fallecimiento había celebrado, como él decía, “cuarenta maravillosos años de vida matrimonial”, para resaltar el aporte y acompañamiento de su esposa en todas las adversidades que les tocó vivir, un verdadero matrimonio de cristianos.
Unos días antes había asistido a Misa a la Parroquia de Nuestro Señor del Milagro y San Marón, ocasión en la que comentó a muchos de sus allegados y familiares que después de esa misa se sentía muy bien, que estaba en paz y muy contento, lo que llamó mucho la atención, ya que era una persona muy reservada y poco locuaz. Vivió como un cristiano de ley y murió como tal, recibiendo homenajes después de su muerte por distintas iglesias y credos como ser la Ortodoxa y Musulmana, incluso algunos credos evangelistas ya que él era un ferviente partidario del ecumenismo y del trascendentalismo frente a un mundo cada vez más pragmático e inmanentista.
Lo que más le sorprendía de la humanidad era que el hombre hubiese perdido la capacidad de asombro y que cada vez sea más deshumanizada y se transformaba en poco solidaria, rememorando a Kalil Gibran decía que “ los otros son hermanos que viven en otras piezas o en otras partes”.
También sostenía que “las alturas marean a todos salvo a la mulas y que por eso en política no había que llegar tan alto ni ser tan mula o tan maula”. Además había internalizado mucho la frase de esa encíclica Papal que sostenía que en “el nuevo nombre de la paz era es el desarrollo”, sostenía que sin desarrollo en la humanidad no podría haber paz en el mundo, bregando siempre por el progreso de las personas y la equidad o igualdad de oportunidades en la sociedad.
Pasado más de 25 años de su fallecimiento en la comunidad en general siguen recordándolo como un hombre de bien, generoso, desinteresado, solidario y comprometido siempre con el más necesitado, y sobre todo la necesidad de que toda familia tenga su vivienda digna, bregando siempre por la transparencia, la moral administrativa, el federalismo, banderas fundantes en la UCR, también por la recuperación de las islas Malvinas por medios pacíficos y la promoción del deporte en todas sus expresiones, lo que indudablemente enorgullece a sus hijos y nietos por las huellas que ha dejado.